En nuestro último viaje al Algarve - Portugal (te lo conté aquì y aquí), descubrimos una de esas pistas en las que parece que te has transportado a otro lugar, porque de pronto el color de la arena cambia, las piedras se vuelven negras y la vegetación se transforma por completo.
Se trata de un serpenteante camino que te conduce hasta un pequeño puerto de pescadores, son unos pocos kilómetros, pero el paisaje es increíble.
La tierra es completamente roja, no se si en las fotos se llega a apreciar bien, pero parecía como estar en Marte, aunque no he estado en Marte nunca.... Aunque bueno, quien sabe.
Y a ti ¿alguna vez te ha parecido que estabas en Marte?
No me cansaré de decir que la Costa Atlántica me tiene “encandilao”;
ResponderEliminarMe quedo sentado viendo como el mar se estampa contra los acantilados, sintiendo el aire constante. Dejando que el tiempo pase despacito, consigo darle el valor que se merece, hasta que oigo una voz que me dice “vamos muchacho”
Pues entonces te pasa como a mi José María, no se que tiene el Atlántico, pero yo no me canso de verlo, cuando tengo oportunidad.
EliminarLa verdad que no tiene desperdicio el poder llegar hasta la misma costa y apreciar todo su encanto, un poco lo contrario que aqui
ResponderEliminarLos que somo un poco "locos" de este mundo overland (sea furgo, coche o todo terreno), cuando encontramos un lugar así, que puedes llegar hasta el final de la ruta, es una gozada.
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